Cuando sientes el llanto, el nudo en la garganta y la humedad en los ojos, y resulta que no hay lágrimas.
Cuando posees un amor platónico y temes no poder perderlo y olvidarlo.
Cuando quieres, lo intentas y no puedes.
Cuando amas, odias y no olvidas.
Cuando ríes, lloras y no sientes.
Cuando los secretos se convierten en palabras que repites mil veces en voz alta.
Cuando sientes una sordera ante la realidad y te sorprende el sonido de una voz dulce y conocida.
Cuando impacta la luz en tus ojos y sientes una ceguera momentánea que poco a poco te abandona para reconocer la cruda y vana realidad.
Cuando los rayos del Sol inciden en tu piel y no sientes más que frío y hielo.
Cuando te invade la tristeza y tu único consuelo es hundirte en ella y dejarte llevar por la corriente.
Cuando quieres, lo intentas y no puedes.
Cuando amas, odias y no olvidas.
Cuando ríes, lloras y no sientes.
Cuando el día se te aparece con sonrisas eternas y lo único que alcanzas a ver es la hipocresía persiguiendo a la sinceridad.
Cuando comienzas a escribir para escapar y encuentras en la huida un camino más dulce que el sendero de los sueños.
Cuando tus lágrimas sacian la sed de alegría y aparecen reflejos tuyos en un arcoiris.
Cuando quieres, lo intentas y no puedes.
Cuando amas, odias y no olvidas.
Cuando ríes, lloras y no sientes.
Cuando cada letra se refleja en tus ojos, que devoran la pasión o la intriga de un libro.
Cuando rompes un cristal y la transparencia de los pedazos afilados se esparce por tu vida.
Cuando caminas y el paseo te parece una huida para escapar de tu propio yo.
Cuando no encuentras otra joya más valiosa que su sonrisa de perlas incrustadas, y la buscas y comprendes que se perdió en el lugar más profundo de un corazón.
Cuando amas la brisa y ésta, siempre fiel a la mañana, te abandona por el viento.
Cuando quieres, lo intentas y no puedes.
Cuando amas, odias y no olvidas.
Cuando ríes, lloras y no sientes.
Cuando el miedo se apodera de tu mente y no encuentras valor en ninguno de los rincones de tu vida.
Cuando el cielo ya no encuentra su reflejo en el mar y el agua pretende abrazarle y consolarle sin evitar romper en lágrimas, mientras las olas culpan a la superficie.
Cuando sólo deseas encogerte en cada rincón que la noche y tú compartisteis, y soñar que cumples tus sueños.
Cuando quieres, lo intentas y no puedes.
Cuando amas, odias y no olvidas.
Cuando ríes, lloras y no sientes.
Cuando la tinta en el papel se te aparece como la sangre misma y deseas un latido de inspiración.
Cuando no percibes fragancia en las rosas y crees que los valores más importantes se perdieron y yacen bajo tierra.
Cuando el cansancio cierra tus ojos pero su recuerdo circula como cafeína por tus venas.
Cuando la propia vida te hace confesiones y no recuerdas donde se localizan los obstáculos.
Cuando quieres, lo intentas y no puedes.
Cuando amas, odias y no olvidas.
Cuando ríes, lloras y no sientes.
Cuando el pasado parece más real que el presente y te confunde el futuro.
Cuando al escuchar música te muerdes los labios y tus latidos se aceleran o ralentizan al compás de cada canción y cada nota.
Cuando crees que seguirías hasta el infinito expresando tus sentimientos y quien te escucha no es más que papel arrugado por el maltrato, mojado en lágrimas, e iluminado a veces por sonrisas.
Seguiría regando las rosas si éstas fueran verdaderas,
negras como la vida a veces,
como el cielo en la noche sin luna ni estrellas.
Rick Genest
Me gustan tus entradas :)
ResponderEliminarMuchas gracias ^^
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