jueves, 31 de mayo de 2012

Princesa de la muerte

Soy la princesa de la muerte, pero no os equivoquéis, yo no soy la muerte. Ella siempre me ha dicho que soy bella, no sabe que paso horas arreglándome para ella, para superarla, con el impedimento de no reflejarme en los espejos.
Os preguntaréis por qué alguien puede sentir aprecio por la muerte, pero yo no la aprecio, ni tampoco la amo, siento por ella un odio que traspasa tres mil infiernos y diez mil cielos, un odio tan inmenso que se convierte en una gran fuerza atractiva. Por eso me dice siempre que soy su favorita, ama el odio y el morbo de conocerme.
Suelo caminar por las calles durante la noche dejando marcas de tacón que se clava como una perforadora en el asfalto. El viento, al igual que mi paso, le da vuelo a mi ropa, cierto desorden encantador, lo adora. Visto seda en negro, ajustada a mis curvas como una segunda piel; como una andante desnuda, me deslizo en el sentido del viento, cubierta de una túnica más ligera que el aire que roza mi piel, con cientos de rosas negras grabadas que se confunden en la espinosa noche.
Por las tardes me siento en los portales de los edificios esperando a alguien que nunca vendrá, y siempre con un libro entre mis manos, es donde guardo todos mis secretos.
Al llegar la noche muero, llega ella, mis músculos se tensan y las espinas de la noche se clavan en mi piel. Lloro, y mis lágrimas son ácido que perforan las hojas del libro, desintegran mis ropas, e incluso el asfalto; quedo desnuda hasta que mi uniforme de la noche se vuelve a regenerar alrededor de mi como humo negro espeso. Como un cisne negro mis movimientos son calculados, ordenados y cortantes al acercarme  a ella; y mis brazos, cuchillos afilados que se abrazan a la muerte atravesándola.
Mis labios no pueden besar, mi saliva es veneno; siento siempre el deseo de morderme los labios como un sustitutivo a labios ajenos. El sadismo es mi título de identidad, sólo la tortura, matar no es mi trabajo, todavía. Mis palabras son silencios que perforan el tiempo, tan suaves y tan destructores a la vez. Sacio mi sed con llantos que extraigo del pozo de ésta realidad y tan sólo me alimento de angustias ajenas; desayuno soledad, como hastío, meriendo sufrimiento y ceno insomnio y tristeza, siempre con desesperación como especia picante.
Tras despedirse de mí en sangrantes deseos que no llegan a nada, la muerte se marcha con la soledad cogida de la mano para que no se pierda. Y yo, espero en la madrugada a un nuevo visitante que me traiga pasión raída y apolillada hasta desaparecer con el primer rayo de Sol.
Son mis días oscuros, como mis ojos y mi cabello; son mis noches blancas como mi piel; y mi vida hace tiempo se tornó gris. Hecho de menos los colores del arcoiris, aunque por mis venas sólo circula el vacío y la oscuridad, y mi corazón sólo es un complemento de decoración entre mis costillas.
Yo sólo soy la princesa de la muerte, y la reina... no hay reina.


Testigo espacio temporal


¿Habéis visto alguna vez un pájaro parado en pleno vuelo como si para él se hubiera detenido el tiempo? Yo sí.
Era una tarde normal, después de un día de Sol cercano al verano, comenzaba a oscurecer y las sombras inundaban todos los rincones. En un momento dado, yo miraba a través de mi ventana abierta tras las rejas, invadida por el aburrimiento y con ansia de salir a la calle y dejar lo que estaba haciendo.
Tras observar el paisaje de edificios de fachada desgastada, alcé la vista al cielo, que todavía deslumbraba a los ojos. En lo más alto del cielo se podían contemplar unos cuántos pájaros volando en un jugueteo con el viento, pero entre ellos uno se encontraba totalmente paralizado en el aire, así durante unos ocho segundos hasta seguir con su planeo por el cielo.


Ideas emigrantes

País de los unicornios grises,
de las lágrimas azules
 y del cielo blanco.
País de papel,
 de ciudadanos imaginarios
y de viviendas sin paredes.
Miles de ideas emigrantes
 de mi mente
llegan a las costas
 de este país,
de ausencias
y cíclicas presencias.
Son inmigrantes
que no me atrevo a borrar,
los aprecio, ahora forman parte
 de este país de tinta,
no se les puede discriminar.
Mis ideas.

Sordera rasgada

Con voz rasgada y ronca por una infinita angustia, rompió el silencio en completa soledad.
Con un solo oyente que intentaba evitar escucharle.
Ese oyente era ella misma, sorda a sus propias palabras, a sus propios pensamientos. En ruinas su existencia.

Me gustaría ser ciega para no poder ver más mi reflejo
Ojos empañados en lágrimas, el maquillaje ligeramente corrido, y el flequillo desordenado cayendo sobre sus ojos como cortinas raídas.
Los labios entreabiertos, carnosos, rojos en contraste con su tez blanca, dejan ver una dentadura perfecta con una cierta separación entre los dos incisivos centrales superiores.
Un ligero gesto con la mano cerca de su labio inferior. Uñas dejadas, presas de los nervios.
Esta fotografía es realmente natural y transmite mucho, posiblemente se trata de una fotografía personal y el llanto debe ser verdadero, se nota en la angustia de su rostro. Pero las apariencias engañan y el mundo es un escenario, podemos encontrarnos actores en cualquier rincón, la vida es un teatro sin guión. ¿Y dónde están las acotaciones?, ¿hay narrador?


Locura vs Cordura

Hasta la vista querida inspiración, han sido ya muchas estrellas las que han nacido en el techo de mi habitación. Pero ahora toca su muerte, las ideas se evaporan y mi mente queda cargada de supernovas en espera de convertirse en agujeros negros que perforarán mi cuerpo.
Mientras tanto, me encuentro buscando sin descanso un punto de no retorno en el que no me alcance el vacío ni la oscuridad.
Dirías que enloquezco con cada palabra que escribo, pero lo que no sabes es que mi mayor miedo es la cordura, hace falta un equilibrio, y en mi entorno soy yo el peso de locura en la balanza.
Temo en que uno de estos días pierda algo a lo que no dejo de aferrarme y que mantiene mi locura en buen estado. Temo perder la cabeza, porque hasta los locos la utilizan, y creo que mucho más que los cuerdos.

El hombre es loco por sus actos.
Si pienso luego existo, ¿qué pasa con las personas que no piensan?,
¿no existen?, ¿son fruto de mi imaginación?; 
y si son sólo creaciones de mi mente, entonces yo existo por pensarlos, ¿no?
y si los pienso, entonces enloquezco, estoy loca por pensar en ellos
y no en las cosas verdaderamente importantes.
¿quienes son las personas que piensan cuerdamente entonces?


El sendero de tu piel

- He decidido viajar alrededor del mundo.
- ¿Durante cuánto tiempo?
- Para siempre, hasta mis últimos días.
- Pero, no te entiendo, ¿a qué se debe tal decisión?, te echaré demasiado de menos, pensaba que había algo entre tú y yo.
- No me echarás de menos.
- Pero si  me cuestan infinitos suspiros separarme de ti cada día, ¿cómo voy a soportar no verte más?
- Porque sí que me verás, me verás todos los días y a todo momento, sin pausas.
- Ahora sí que no te entiendo, sabes que no puedo irme contigo aunque sea mi mayor deseo.
- No es necesario, yo me iré contigo, alrededor de ti, tú serás mi Tierra y yo tu Luna. Para mí no hay más mundo que tú, y quiero recorrer cada centímetro tuyo sin perder un solo detalle del paisaje de tu cuerpo.


miércoles, 30 de mayo de 2012

Son personas, locas

Son personas las que buscan corazones rotos para reconstruirlos con simples ladrillos, piedra y cemento.
Son personas  las que descosen las costuras de este mundo cuando escasean el hilo y las agujas.
Son personas las que persiguen una sordera ante las bellas canciones de la naturaleza.
Son personas las que inundan los continentes con sus lágrimas y no las lluvias torrenciales.
Son personas las que persiguen una ceguera ante los inmensos paisajes de este mundo.
Son personas y no el Sol quienes iluminan el universo con descubrimientos e ideas.
Son personas las que construyen nuevos días en esta época.
Son personas las que dictan el qué pensar y el qué sentir.
Son personas las que calculan el número de estrellas y de pájaros volando alrededor de sus cabezas, locas.
Son personas las que crean las estadísticas de nacimiento y muerte de sentimientos.
Son personas las que destruyen lo que crean, y lo que no han creado.
Son personas las capaces de levantar edificios hasta el Sol para recoger llamas que alimenten sus hogares.
Son personas las que pierden lo encontrado, encuentran lo perdido, y buscan lo inexistente.


Boom, anticuerpos dinamita

Hacía exactamente una semana desde que había sido demolido el edificio de en frente de mi casa, que solía contemplar cada mañana desde mi cama a través de la ventana. Solía quedarme unos minutos en la cama, medio consciente de la realidad y medio dormida en un sueño, y mientras, observaba como día tras día aquel bloque de pisos, semejante a un torreón de nichos, se iba deteriorando, y como alguna mañana aparecía un nuevo tatuaje en su fachada, obra de los artistas peores pagados de la calle.
 Sin embargo, aquella mañana sólo pude observar escombros en un intento de reunir la valentía para levantarme; presentía que no serían esos los últimos escombros de los que sería testigo, y no tenían porque ser escombros físicos, podían ser más abstractos, más psíquicos, fragmentos de los últimos valores de esta sudorosa sociedad, sucia, infectada de parásitos. No podía parar de pensar en ello, escombros y más escombros, vitales, causados por grietas de dolor y por la acción demoledora de los pisotones de las personas, sin mirar por donde caminan ni hacia donde van, y sin importarles a quienes tengan que pisar.
No sólo en un cuerpo, un organismo vivo; sino también en la vida, en la sociedad, tienen lugar procesos de autoinmunidad, reaccionamos contra nosotros mismos y pretendemos autodestruirnos.

¿No querías un bombear en tu corazón?,
¿No despreciabas tú los latidos?

Alimentación de ideas

Tras una huelga de hambre de ideas ante las injusticias de ésta nuestra realidad, y digo nuestra, hoy quiero comerme el mundo. Pero nada de sabores dulces o amargos, tan sólo el sabor salado en mis labios tras un baño en el mar, y sabores ácidos, quiero especialmente sabores ácidos, y si hace falta le añadiré unas gotas de limón. Y si tengo sed me beberé los ríos en su nacimiento; y si mis ojos se cierran, yaceré un rato sobre las frescas y verdes llanuras de Europa; y si quedan horas en la tarde, visitaré las altas montañas de Sudamérica para refrescarme un poco y descongestionar mi mente gracias a las bajas presiones.
¿Quién quiere compartir esta noche conmigo una tajada refrescante de este mundo llamado Tierra?, para después tengo previsto un viaje para dos en el espacio, patinaremos sobre los océanos helados del satélite Europa de Júpiter, con la  iluminación del gran manto de estrellas del universo y la de millones de sonrisas y miradas que viajan en nuestro encuentro a una velocidad mayor que la de la luz. Atrévete a acompañarme, no lamentarás tal decisión, tan sólo cuando llegue el momento de volver a nuestro hogar en ruinas y sin techo estrellado.


El placer de las letras olvidadas

En ese mundo de los calcetines perdidos, en el de las rosas de colores estridentes, en el de los senderos infinitos y los árboles cargados de frutos. Un mundo donde no existe el viento ni el huracán devastador, tan sólo una fresca brisa entre arcoiris; un mundo en cuyo día los rayos del Sol rozan tu piel con caricias, y en cuya noche la luna nos mege hasta dormirnos en un vaivén de versos.
En ese mundo me encontraba yo, tumbada de espaldas a un árbol, intentando refrescar mis ideas, que habían quedado petrificadas durante mi larga estancia en la realidad.
Ese mundo no es el mundo de mis sueños, ni el de mis pesadillas, pero tampoco el de mis despertares o mis noches en vela. Es el mundo de los libros, el de los mil paisajes y los mil cielos; un mundo que he recorrido desde edad temprana en mis inicios en las bodas de consonantes y vocales; un mundo que he reconstruido con ayuda de numerosos escritores, en el que hay un trocito de las ideas de cada uno, construido de fragmentos de amor, tristeza, alegría, felicidad, y todos los sentimientos surgidos en mis largas horas, digo días, digo meses, digo años, de mi corta vida dedicados a la lectura.




martes, 29 de mayo de 2012

Escribo más que mierda

Y es que... ¿para qué palabras tan abstractas? Si realmente por muchos macroadjetivos y palabras sacadas de lo más profundo de un diccionario, difícil de diferenciar de un puñado de corteza en descomposición, del que pocas personas logran entender al menos el título,  son sólo palabras. Palabras sin sentido, esas que suelta mi mente como desperdicios, palabras a las que he intentado dar un significado incluso cambiando numerosas veces su dirección, pero que al fin y al cabo no llegan al final de ningún camino, ni siquiera al de un callejón sin salida.
Ahora sólo siento que escribo mierda, y que la vida es del mismo color, marrón, no es ni rosa ni negra, exactamente está en descomposición al igual que mi imaginación, mi cultura y mi sentido común. Las palabras están muertas desde el principio, son inertes, en ningún momento ha surgido de mí una sola palabra viva y con ritmo. Mi mente no sigue el compás del mundo ni de nadie, va a contra ritmo, no llega a ninguna parte, en ella no salen ni entran ideas, es comparable a un burdel abandonado, carcomido en el tiempo, poroso, con agujeros que dejan pasar tan sólo la fría corriente y goteras de letras dispares y con poca consonancia, meros gritos, meras vocales. Escribo más que mierda.

Aquí no hay nada que ver, 
nada que leer,
más que mierda de nada escrita por nadie


Caminaba por aquel pasillo de ostentosa decoración y de infinito recorrido, el olor de velas recién apagadas  y cierta humedad en la maison marcaban mis pasos; mientras yo observaba todo a mi paso, intentando que no se me escapara ningún mínimo detalle, el papel de pared que me llevaba a tiempos pasados, los espejos de marco de infinitos relieves, jarrones, plantas en majestuosos maceteros, cuadros de impensable valor y otras joyas decorativas, pero sobre todo mi atención era atraída por los retratos y más retratos colgados en la pared, en pintura o en fotografía; buscaba en aquellas personas que parecían milenarias en vestimenta y expresión, algún parecido a él. Tenía suerte de conocerle, siempre me había interesado por las las grandes mansiones y caseríos antiguos, aunque apenas había visitado alguna o ninguna, era mi deseo desmembrar con los ojos una en su interior, harta ya de imaginarme el interior de las casas en mis paseos por las grandes calles de la ciudad. Tenía suerte de conocerle, no dejaría de repetir esto mentalmente después de mi visita a la maison familiar del abuelo Víctor. Mis ojos no dejaban de adorar cada rincón, aunque nunca adorarían nada tanto como a él, yo no paraba de dar giros y más giros alrededor de él, y él aceptaba ser mi Sol a cambio de ser yo su Tierra en un modelo geocéntrico.
- Son sólo retratos, ten cuidado o vas a manchar el suelo con tu baba imaginaria.
- No te preocupes, me la estoy limpiando con mi pañuelo imaginario, ¿ no me ves querido amigo imaginario?. ¿Sabes quienes son todas las personas de los retratos?
-La verdad es que todavía no he acertado a diferenciar unos de otros, querido amor imaginario. Todos me parecen con rasgos similares, y con una seriedad implacable, en cuanto a esto último mi teoría es que como antes los dentistas escaseaban y con ello la higiene dental, debían tener todos la boca en descomposición y por eso no hay quien sonría en ninguno de los retratos.
- Qué exagerado eres, eran otros tiempos, parecía que el propio aire les castigaba si habrían la boca, había una actitud más seria ante la realidad, y seguro que pensaban que parecían más interesantes así, igual que las modelos de los desfiles o de las revistas, pocas son las que sonríen.
- Pues ahora yo voy a sonreír todo lo que no han sonreído éstos en su vida, ¿me acompañas en mi iniciativa?,venga... que quiero ser testigo de unas de esas sonrisas tuyas que nunca puedo ver porque me deslumbran demasiado.
- Qué tonto eres, pero adoro tus tonterías.
- Y yo te adoro a ti. ¿Pero ves como has sonreído?
- Claro, tú siempre me haces sonreír.
- Y tu sonrisa a mi también.
- ¡Pero si tú siempre estás sonriendo!
- ¡No es cierto!, ¡mira como te pongo una cara seria!, y no lloro porque mis artes escénicas te desmayarían del asombro.
- Para ya, me vas a hacer llorar de la risa... Oye, ¿y a tu abuelo no le molesta que estemos aquí?
- Para nada, y seguro que le encantará que le preguntes todo lo que quieras sobre la casa, y no te digo ya sobre sus "antepasados cavernícolas", tiene una memoria que cabe en pocas mentes. Y si no te da alguna respuesta, pues te la doy yo, y si no sé contestarte, pues te doy otro tipo de respuestas que seguro que te gustan de igual forma.
- ¿Cómo qué respuestas?
- Esto ahora no cuenta, así que tienes que preguntarme primero. Aunque  perfectamente sabes qué preguntar para que te guste tanto la respuesta,  son respuestas que ya sabes y que te repito mil y una veces al día y cada vez que nos vemos, son verdades y medias.
-Pues dime ahora algunas de esas verdades y medias.
- Una es que te quiero, y además te adoro; otra es que quiero un beso, y además de un beso, un deseo cumplido, a ti; y otra es que eres demasiado caprichosa, pero yo lo soy más porque ahora mismo me gustaría dejar las palabras para más tarde.


- Pues yo te digo otras dos verdades y media, que yo también quiero dejar las palabras para más tarde y dar rienda a algún que otro beso, que tu abuelo tiene que estar harto de esperar, y la media, está oscureciendo y no se ve el final del pasillo.
- Pues en este pasillo no hay luz, ¿encendemos unas velas?
- Vale, me gusta la luz de las velas, le dará un aspecto más misterioso.
- Tú sí que eres un misterio, eres mi enigma favorito, aunque todavía no he hallado la solución.
- Y tú eres tonto e ingenioso, no te pones de acuerdo.
- En eso me parezco a ti, todavía no me has dicho lo que harás el año que viene.
- No te lo digo porque no lo sé, que suerte tienes de tener tan claro lo de estudiar periodismo.
- Es que tengo vocación, y tú seguro que la tienes, pero con lo cabezota que eres no te quieres dar cuenta, escribes muchísimo mejor que yo, no sé por qué no te has hecho algún blog para que la gente lea lo que escribes.
- Porque me da vergüenza y no escribo nada bien, he leído a personas que escriben muchísimo mejor, en comparación yo escribo mierda.
- Pues entonces lo mío tan sólo llega a polvo y cenizas.
- No es cierto, eres muchísimo más claro, yo escribo de nada, ni siquiera sé lo que escribo.
- Pues para mí tu concepción de nada es todo.
- ¡Ay mi querido francés!, ¡qué equivocado estás!
- Y tú que ciega, da igual las velas que se enciendan, no ves ni lo que escribes. Seguro que no le ves ni el rostro a estos retratos que tanto observas.


domingo, 27 de mayo de 2012

Mi vida, ¿una pesadilla?, no tiene porque

Yo los sueños los dejo para cuando estoy despierta. Mis noches se inundan tan sólo de pesadillas, a veces incluso corro el riesgo de ahogarme, en "dulces" y "bellas" cauchemars; y con frecuencia traslado alguna a la realidad, a la luz del día, para que le haga compañía a mis sueños sin cumplir, para dejarla estancada como otros muchos deseos y odios.


Hola

Hola, hoy quiero saludar a todo aquel que conteste a mis saludos, aunque no sea muy práctico, aunque me tomen por loca, aunque me ignoren. Sólo quiero hacerlo para poder decirles adiós pronto. Nada de buenos días, ni de dulces sueños en este día.


Vende tu alma al diablo, es más práctico que mentirse a uno mismo sobre la vida

El Sol ha dejado caer su último rayo por hoy, mis pupilas sienten su ausencia, y mi piel roza la gelidez de este mundo.
Los paseos cortos en la noche se hacen eternos en las calles desiertas; cuando digo adiós a la hermosa luz me convierto en una persona sin funciones vitales, que vaga en busca de una flor cuyos pétalos hayan sobrevivido al viento y al capricho de la ausencia, que no cesa de marchitar esperanzas.
Las estrellas se han perdido en un nuevo y eterno parpadeo; una corriente de electrones, como un rayo, sustituye a la sangre en su fluir por mis venas, sin necesitar el empuje del corazón ni la resistencia en las arterias; y mi carne se inunda tintándose de un rojo con tendencia oscura, como el cielo en esta noche.
Todavía sigo esperando mi muerte cerebral, hace tiempo que perdí la alegría del corazón en su latir, de él sólo quedan conexiones entre arterias y venas, y entre irrealidad y odio. Ya no hay cordura en este planeta, escucha voces del universo que le inspiran al suicidio, aunque nos prometió un último aliento hoy, en la febril locura de un adiós devastador.



oɯɐ ǝʇ = te odio

Llegado a ese punto mis sentidos se colapsaron, y yo no quería ya ver, ni bellos paisajes ni rostros encantados; oír, ni la envolvente música de esta vida ni las voces de este mundo; oler, ni su aroma ni el perfume de las rosas; sentir, ni siquiera el tacto de piel contra piel ni el de las sábanas en mis sueños; amar, querer, apreciar lo bello de la vida. Sólo quería aislarme en mi odio, perder el equilibrio y caer en un abismo infinito notando el corte de la caída; decir adiós a los rayos del Sol.


Retratos de un ayer

Sólo quiero reconocer otra vez aquellas palabras. Me decía que ya nada volvería a ser lo mismo, me avergonzaba pensar en ello. Mientras sentía el tacto de las sábanas frío pensaba que nunca volvería a dormirme, me convertiría en un ser insomne, vagando por las calles oscuras en la noche buscando algo más que le diera sentido a mi vida. La brújula que me ayudaba a dirigir mi vida en una buena dirección se había perdido ya, y el cielo estrellado de siempre había desaparecido, sólo veía oscuridad.
¿Por qué no te encontré esta vez?, había un espesor que me impedía ver claro, todo eran problemas y errores que se sucedían inexorablemente, ya habías aguantado suficiente. Ya no formaba parte de tu círculo, ya nadie formaba parte de tu círculo, un círculo que habías construido con el paso del tiempo y  que habías aislado con paredes cubiertas de espejos, yo sólo podía dar vueltas alrededor de él.
 Y sin embargo no reconocías tu reflejo en ningún espejo, y yo simplemente quería ser todo, o algo mínimo en tu vida, pero ser algo en ella, aunque tuviera que convertirme en un espejismo o un reflejo de cada uno de esos espejos, aunque tuviera que decir adiós a mi carne y mi sangre, a mi tacto, a mi oído, siempre y cuando no me cegara ninguna luz que me impidiera contemplarte.
 Y por eso te fuiste, que me arrastrara por el suelo tras de tí te impedía avanzar, mi imagen se imponía a la tuya, no cesaba en convertir tu día en el mío, de seguirte a donde fueras, de utilizarte como mi estrella guía. Te fuiste, me quedé sin días, me levanté del suelo tambaleándome y comencé a andar perdiéndome en el ayer, sin un presente y sin un futuro, basando mi vida en el pasado.

Pero ahora yo no paraba de preguntarme por qué no te encontré esta vez, me quedaban tus fotos, pero ya no te encuentro, no reconozco ni tus palabras de despedida, ni tu letra en las cartas. Finalmente llegué a una triste conclusión, el odio me cegó, el odio a mí misma por ser la principal responsable de las marcas 
de látigo en mi espalda, el odio a ti, por dejarme sola, observar como me autodestruía y no mirar hacia atrás cuando te seguía, y el odio al miedo a la equivocación, a pensar en el mañana.




sábado, 26 de mayo de 2012

¿Y por qué juzgar?, a veces cansa.

Nos volvemos ciegos en el momento que observamos cualquier defecto de una persona y decidimos dejar de mirar en su dirección, incluso cambiamos el sentido de nuestros pensamientos. En muchas ocasiones descartamos a esa persona de nuestra vida o la clasificamos en un nivel inferior en el "ranking" de mejores amigos, o de algo más que amigos.
No nos preguntamos por qué hay quien si sabe apreciar a esa persona, no nos despierta ningún sentimiento de curiosidad. Somos fríos en ese sentido, calculadores, tan sólo nos ceñimos a números, en este caso a estereotipos ya sea de personalidad o de físico. Hemos construido un arquetipo de persona perfecta para nuestras vidas y no queremos salirnos de ahí ni dejar entrar a alguien que no cumpla nuestros "requisitos", a pesar de que ni siquiera nosotros mismos nos mantenemos en ese círculo de perfecciones.
Yo hace poco lo veía todo negro, y juzgaba de caprichosa a la vida, cuando era y soy yo. Somos personas, pensamos, juzgamos, y nos equivocamos.
No podemos dejar de juzgar, da igual que sea por prejuicios o juicios finales, incluso juzgamos a las personas que juzgan, o nos juzgamos a nosotros mismos como forma de autodestrucción. ¿Por qué no descansar un poco?
"No lo matarás tú, sino sus prejuicios"


viernes, 25 de mayo de 2012

Transfusión de esperanza

Quiero un crítica, un consejo, una ayuda, una opinión, otra alternativa mejor, una solución fuera de mi margen de error; quiero algo donde apoyarme para guiar esta desastrosa vida, para ordenar estas palabras sin sentido, para sentir lo que hasta ahora no he vivido, quiero algo que me ayude a soñar lo vivido y a vivir lo soñado; quiero demasiadas cosas, se podría decir que soy caprichosa, pero al único que de verdad le exigo es al destino y hasta el momento no ha dejado de ignorarme.
 Tan sólo quiero pedir un poco más, mañana sólo querré errores y aprender a transformarlos en soluciones, el primer error quiero que seas tú, el segundo quiero que sea la equivocación de corregirte y el tercer error, y el más importante, quiero que sea cada lágrima que mis ojos dejen escapar por ti, porque será siempre un error, no habrá lágrimas que se conviertan en sonrisas, tan sólo sonrisas originales y nacidas de mí y no de la tristeza.
Lágrima por lágrima la tristeza se evapora y letra por letra quedan las marcas de mis palabras en tu cuello.


Siempre.
 Gota por gota el mundo se desangra, pero nada impide nuevas transfusiones de esperanza.



jueves, 24 de mayo de 2012

Testamento de una bulímica 3

Una mañana, del viernes 5 de Agosto de 2011

Me encanta observar todo lo que me rodea con una sonrisa que me cuesta esconder, y cuando viajo en coche no puedo evitar pasarme el trayecto mirando a través de la ventanilla y abstrayéndome en mis propios pensamientos y en el paisaje. Hoy el cielo está nublado, a pesar de que en lo que va de verano no han parado de sucederse días de Sol imponente que parece que nos abraza con sus radiaciones.
-¿Triana?... ¿Triana?, ¿me estás escuchando?, quítate esos cascos, auriculares o cómo se llamen y escúchame cuando hablo que parece que hablo con el vacío.
- Sí mamá, te estoy escuchando, y no hace falta, le he quitado el volumen, pero, ¿sabes qué? -no puedo evitar decir algún que otro disparate y ennerviar a las personas-, tiene que ser interesante eso de hablar con el vacío, ¿le has preguntado cómo se llama realmente? -no puedo parar de reírme entonces-.
- Sí, claro, siempre estás igual, pero que ya ni te hago caso,y...¿cuántas veces te habré dicho que estar tanto tiempo con esos aparatos no es bueno?, nunca me haces caso... En fin, ahora escúchame y no pongas esa cara, lo mejor es que el primer año te alojes en una residencia. Es por tu bien, para que no te agobies y puedas organizarte mejor con tus estudios.

La verdad es que no me desagrada la idea de alojarme en una residencia este curso como mi madre quiere, pero nunca me ha gustado que me digan lo que debo hacer, y ésta no será una excepción. Me gusta decidir por mí misma, aunque a veces no acierte. Por eso mismo elegí Salamanca, aunque la nota fuera más alta y tuviera que esperar a que me admitieran, y aunque la ciudad esté más lejos, pero todos me decían que era mejor una ciudad cercana y yo no coincidía con ellos. A veces no sé qué es lo mejor para mí, pero, ¿por qué lo iban a saber los demás si nadie me conoce mejor que yo misma?. Además nadie logra comprenderme, es algo que a veces me frustra pero yo soy feliz tal y como soy... aunque a veces se hayan metido conmigo.



Esa tarde, en una calle muy concurrida de Salamanca


Siempre me han fascinado las ciudades, aunque por esta calle me estoy agobiando un poco, hay demasiada gente y no puedo caminar tranquilamente,  no paro de chocar con la gente, supongo que será porque es viernes, verano, en una hora perfecta para salir de compras y estoy en una calle repleta de tiendas. A pesar de todo me encanta, aunque no supera a una tarde tranquila en la playa observando el mar y sus olas.
- Triana, creo que nos hemos perdido, deberíamos haber llegado ya a la calle de la residencia como nos indicó ese señor, ¿me estás escuchando?, deja de mirar que hoy no tenemos tiempo para entrar en las tiendas.
- Que ya lo sé, y sí te estaba escuchando, no nos hemos perdido, sólo nos queda pasar esta calle y torcer a la derecha y llegaremos.
- Bueno, pues no te alejes de mí, que no quiero que te pierdas.
- Qué exagerada eres, no soy una niña y en todo caso te perderías tú.
- Pues preocúpate que quien lleva dinero y las llaves del coche soy yo.
- Tampoco hace falta que te enfades, vaya día que llevas, luego soy yo quien tiene mal humor.
- Es que no me gusta que te vayas tan lejos, eres demasiado caprichosa, la Universidad de nuestra ciudad estaba muy bien, y podías venir a casa todos los fines de semana.
- No soy caprichosa,estoy cansada de discutir y de que me digas todos los días lo mismo. Deberías de estar contenta de que esto me haga feliz, ¡es mi futuro! y al menos me gustaría decidir sobre él. Tampoco está tan lejos, son 4 horas en tren, nunca te contenta nada de lo que hago o decido hacer...-estoy comenzando a notar como se encienden mis mejillas, odio discutir, a veces cuando la discusión es fuerte, de los propios nervios se me saltan las lágrimas; es extraño que mi madre me haya dejado hablar, ahora mismo sólo quiero estar sola y tranquilizarme-.
- ¿Triana?, ¿dónde vas?, ¿qué haces cruzando la calle?
- Déjame un momento, ve a la residencia que está al torcer la calle justo en frente, ahora iré.


Mi madre es demasiado pesada a veces, hace que sienta que necesito respirar, me atosiga. Pero de todas formas la quiero, no tengo a nadie más, paso de mi padre desde que decidió abandonar la familia hace exactamente nueve años para formar una nueva familia con su compañera de trabajo, Alelí, como yo la llamo en tono cariñoso irónicamente, deriva de "lela" aunque se llama Lily. Nunca lo entendí, con lo bella e inteligente que es mi madre, y lo ordinaria que es esa mujer. Al principio él intento que le perdonara, pero no insistió demasiado y dejó de venir a verme y de interesarse por mí, digamos que sólo tiene ojos para su Alelí y sus nuevos hijos. 
Creo que ya he caminado demasiado, voy a entrar a esa cafetería de la esquina que me atrae bastante,tiene un aire misterioso, será por la gran puerta de madera y las decoraciones de las ventanas, en el cartel reza "Le Chaos Bohème", el caos bohemio, está en fráncés, cómo me gustaría dominar perfectamente este idioma.


Esta cafetería es bastante oscura por dentro,de fondo suenan canciones que me encantan como The Show Must Go On de The Queen y Poison Heart The Ramones, clásicos más novedosos que muchas canciones actuales; y me gusta como la luz de las lamparitas que cuelgan sobre cada mesa se pierde en los rincones. Dudo que un café me siente bien ahora mismo cuando hace un momento me iba a estallar la cabeza de los nervios, un zumo de piña fresquito estará bien mientras observo la calle desde la mesa que da a la ventana más próxima a la puerta; pago antes por si tengo que salir corriendo en busca de mi madre.


Comienza a entrar una persona tras otra, no pensaba que este lugar tuviera tanto éxito. De repente noto unos chasquidos,se han encendido unos focos que iluminan un pequeño escenario tras de mí que hasta el momento había permanecido invisible, en él sólo hay un micrófono y alejado de éste, una silla.
 Aunque creo que me estoy retrasando, tengo curiosidad por lo que va a pasar. Un chico está subiendo al escenario, pero no alcanzo a diferenciar bien su rostro, tiene el cabello de  un color rubio ceniza y parece algo nervioso. Tras el chico rubio que se sitúa tras el micrófono, sube otro chico al que tampoco logro ver bien, pero éste tiene el pelo castaño claro y lleva como compañera una guitarra clásica.
 No me había imaginado que en mi visita a Salamanca en busca de alojamiento sería testigo de un pequeño concierto en una cafetería.
Sin embargo, todas las personas están en silencio, ya no se escucha la música de fondo, comienza a sonar una guitarra con un ritmo tranquilo que envuelve el lugar. Entonces la guitarra desgarra sus últimas notas para mi sorpresa, y el chico rubio mueve los labios, son sonidos en verso, no hay melodía, tan sólo el ritmo de sus versos, está recitando poesía. Creo que he comenzado a enamorarme de esta ciudad.
Ha pasado una hora desde que dejé a mi madre, y veinte minutos en este local, me he perdido entre las estrofas de los poemas y los acordes de la guitarra. Entonces comienza a sonar My girl de Nirvana, me pregunto de donde viene el sonido y recuerdo que el tono de llamada de mi móvil es el mismo; mi madre me llama, me he retrasado bastante, mientras tanto la gente se ha girado hacia donde estoy sentada y mi mirada perdida es encontrada por la mirada del chico de los versos, sus ojos se me clavan y parece que me hundo en un charco de miel, el color de sus ojos, en ese momento reacciono colgando la llamada y saliendo avergonzada y rápido de la cafetería.


Fue un día extraño, finalmente conseguí plaza en una residencia; tras reñirme por haber tardado tanto y procuparla, mi madre no volvió a mencionar la distancia que nos separaría durante mis estudios; y yo no paraba de pensar en "Le Chaos Bohème", el recital, los versos, sus ojos. Mi amor por aquella ciudad acababa de comenzar e iba en aumento, era la ciudad de mis futuros, en ella me esperaba sentado un futuro en verso, con ritmo y algo dulce, como los poemas de aquel chico.











miércoles, 23 de mayo de 2012

martes, 22 de mayo de 2012

¿Y por qué no sobredosis de morfina y adiós problemas?

¿Y... si te digo que la política española es un tumor maligno, causa de un cáncer terminal en España, y ya no hay presupuesto ni para morfina?
Pero eso sí, insiste en recortar en sanidad y educación. La educación nos forma, la investigación busca nuevas soluciones y la sanidad las pone en práctica. ¡Qué sida esta política!, ¡qué lupus!, increíble que un país se autodestruya desde su propio centro. Esa es la situación en España, parece que si no damos risa, damos pena.
Podría decirse que el país necesita un tratamiento psiquiátrico, pero es una pena no poder confirmarlo, no están locos, su única locura es la estupidez en sus decisiones, el egoísmo y la avaricia.


Día de Huelga de la comunidad educativa en España, 22-05-2012

¿Dónde está la educación?, porque yo no la encuentro en ninguno de los dirigentes políticos, pequeñas ratitas que se alimentan a base de gourmet, mentiras y más mentiras, esa es su única y verdadera formación y no es difícil de alcanzar, ya sabéis lo que podéis ser de mayor para que no os falte de nada a parte de integridad, sólo tenéis que renunciar a algunos valores, pero creo que eso no les ha costado mucho. Y no me gusta generalizar, lo odio, pero es que ciega tanta descomposición del país, se está pudriendo. ¿Por qué no hacer un viaje al pasado?, pero ese viaje incluye la pérdida de todo lo que se ha ganado en derechos



Hoy me siento rota, y no es sólo por mí o por mis fracasos, sino por contemplar un fracaso de mayor magnitud que se sigue cocinando en esta cloaca de ratas, porque son sólo eso, ratas, pero  no de la calle ni del campo, aunque apestan como cualquier otra rata y propagan una enfermedad, la enfermedad del país.
Y es que el futuro también está roto, y me atrevo a decir que ni siquiera existe un presente. Ya no hay sólo indignación, se ha dado un paso más abriendo la puerta a una sensación de pesadumbre y preocupación, ¿y ahora qué?, ¿qué es lo que va a pasar?, ¿qué más puede pasar?. Moverse no sirve de nada, pero tampoco paralizarse, nunca se alcanza el suficiente ruido aunque la sociedad cada vez es menos sorda y ya no esta dispuesta a callarse; no hay soluciones, nunca las ha habido, sólo un cúmulo de decisiones  mal tomadas que se han sucedido y se siguen sucediendo continuamente por muchos giros que se den. La grieta que comenzó como un simple rasguño, cada vez es más profunda, y rompe el país cada vez más, a pesar de haberse corrompido hace tiempo como un alimento mal conservado, pronto no será más que cenizas por la descomposición a este paso.
Al final, como siempre, los errores del pasado se tienen que pagar en algún momento, sin embargo quienes lo pagan no corresponden con los principales causantes. Mientras tanto, queda preparar el cuerpo para pagar todos los errores del "hoy", todo es un ciclo de causas y consecuencias, y de consecuencias de las propias consecuencias y de sus "soluciones".
Siempre se dice que aprendemos de nuestros errores, en este caso no son sólo nuestros errores, y no podemos aprender sólo de ellos como parece que esta cloaca pretende, en errores no podemos fundamentar nuestra educación, hacen falta también soluciones, y la Educación no es culpable de nada, es la primera que da soluciones y corrige nuestros errores.


domingo, 20 de mayo de 2012

¿Y... si te digo que en la distancia oigo todos tus llantos mientras me duermo con tus versos?


¿Y... si te digo que te quiero, me besas?
¿Y... si te digo que ya no habrá rosas en primavera, me dices que no hay más rosas que este amor?
¿Y... si te digo que este será el último abrazo, me pides un penúltimo beso?
¿Y... si te digo que estoy plantando besos para que florezcan, te ocupas de cuidarlos?
¿Y... si te digo que estoy enterrando todas mis dudas, entierras tú todos tus silencios?
¿Y... si te digo que no me gusta que te tapes esos ojos tan bonitos con el pelo, me brindas con una sonrisa?
¿Y... si te digo que ya no habrá mejillas rojas, me haces cosquillas hasta ruborizarme?
¿Y... si te digo que ya no muero por nadie, me ayudas a revivir por ti?
¿Y... si te digo que hace tiempo que perdí las esperanzas, me ayudas a encontrarlas?
¿Y... si te digo que creo vivir en una ilusión, me despiertas de ella?
¿Y... si te digo que odio el frío y el calor, me abrazas y me das un beso de hielo?
¿Y... si te digo que lloro a veces, secas mis lágrimas?
¿Y... si te digo que eres mi cafeína en el día, quieres ser el somnífero que me ayude a dormir en la noche?
¿Y... si te digo que mis ojos se están cerrando y que el sueño se apodera de mí, me acompañas en mis sueños?
¿Y... si te digo que tengo pesadillas, entras en mis sueños para ayudarme a combatir todos mis miedos?
¿Y... si te digo que escribo esto pensando en ti, lo lees pensando en mí?
¿Y... si te digo que te quiero, me besas?
¿Y... si te digo que te amo, me besas?





sábado, 19 de mayo de 2012

Cuando las soluciones no solucionan nada

Para aquellas chicas, o chicos, que en algún momento hayan tenido o estén teniendo problemas con su imagen, todos somos bellos y esa belleza es algo que no podemos perder tan fácilmente, es lo que nos describe a todos como personas, no debemos intentar gustarle a nadie sino intentar encontrar personas que nos aprecien por lo que somos y antes de todo aprender a apreciarnos a nosotros mismos.





Cuando las soluciones no solucionan nada
Y es que no sé lo que me está pasando, ahora sé que no soy tan rara, porque he caído justo en el centro del círculo de dudas y problemas existenciales, consecuencias de las hormonas adolescentes, he caído como muchos otros que han cruzado y se encuentran cruzando al igual que yo este camino de obstáculos y minas antipersona que es la adolescencia.
Llevo meses culpándome a mi misma, hace poco comencé a culpar a la sociedad, y ahora he centrado mi odio en otro algo que no sé exactamente como describir. Ya no soy yo, no lo estoy haciendo bien y lo sé. Pero no puedo evitarlo y la única solución que he sabido ponerle todo este tiempo son lágrimas y más lágrimas, creo que llegará el punto de que se conviertan en gotas de sangre.
Si te digo que lloro, ¿me crees?, aunque no sea esa la apariencia que doy, aunque parezca más fuerte y dé consejos útiles, consejos que nunca he puesto en práctica y que no me sirven. No sé si saldré de ésta, tengo miedo, y ni siquiera soy capaz de confesar lo que me pasa, doy miles de rodeos con palabras insustanciales queriendo expresar como me siento y sin llegar nunca a hacerlo, me avergüenza, me da aún más miedo.



+Yo sí que te amo vida. -No mientas, eso ya no está a tu alcance







Podría decirse que somos prisioneros de la vida, de ésta realidad, de la sociedad... pero de quien somos realmente prisioneros es de nosotros mismos, y los barrotes de esta cárcel de convivencia humana no son más que prejuicios.
Y digo esto con los ojos bañados en lágrimas, porque la verdad duele y yo también estoy dentro de esa verdad mintiéndome a mí misma. Es lo que hacemos todos, no existen ya personas sinceras, y creo que nunca han existido. ¿Cómo vas a ser sincero si en primer lugar te engañas a ti mismo y te lo crees?
Ya no hay libertad de pensamiento por muchas libertades que se reconozcan en los estados, son sólo meras palabras escritas en pequeños libritos de suprema importancia. Somos nosotros los que imponemos las normas, aunque no somos conscientes. ¿Por qué nos exigimos?, ¿por qué no somos felices con lo que tenemos?, y es que hasta la propia vida es nuestra prisionera, la hemos secuestrado y aislado totalmente para torturarla día a día, exprimiéndola al máximo hasta sangrar, forzándola a que nos dé algo más de lo que somos; deberíamos agradecer ser como somos, y aceptar que sólo somos complementos de la realidad.
Ya no amamos,quien no se quiere no puede querer a nadie más, sólo apreciamos o ni eso, al menos sólo las apariencias. Y es que la propia apariencia es la causa de una enfermedad que comenzó a extender sus raíces en los comienzos de la humanidad.
 Si todos fuéramos ciegos, nada cambiaría, porque como recurso de esa enfermedad, someteríamos a nuestra voz para alcanzar sonidos dentro de la tendencia impuesta del momento. Pero como no es así, nos dedicamos en cuerpo y alma a la apariencia, algunas veces hasta abrazar a la muerte, con el solo deseo de gustar a los demás para poder gustarnos a nosotros mismos.
No nos damos cuenta de que según nuestros actos no lograremos nunca querernos ni gustarnos,el amor no se fundamenta en el maltrato y es lo que hacemos constantemente, no cesamos en nuestro maltrato, en maltratar la vida,una vida que hemos tenido tanto tiempo como rehén, torturándola a más no poder y esperando un rescate que nos saque a nosotros y a la vida misma de este agujero de ratas de la imagen. 
Y finalmente esta vida logra escaparse de nuestras manos en pleno acto de estrangularla, se libera de las garras de la sociedad y corta los barrotes y la barrera de prejuicios, en busca de libertad. Es ahí cuando nos damos cuenta que no son las normas sociales las más importantes, que no somos nosotros, las personas, las más importantes, que por encima de todos está la magullada vida, pero entonces es ya demasiado tarde para aceptarla a ella y a nosotros tal y como somos.


Riámonos de éste circo que llamamos realidad,


Riámonos de nuestros defectos y de nuestras perfecciones,
sólo en la verdadera vida encontraremos calidad,


y es que la mera apariencia sólo nos brinda ilusiones
en un mundo de espejismos ausente de claridad,


Disfrutemos del camino en busca de sonrisas y  corazones,
pero primero pongamos a la vida en libertad,



y después besémosla pues existen muchas razones,
ella es la que nos da existencia, belleza y complejidad
comencemos a andar ya cogiendo de la mano a la vida de una vez.

miércoles, 16 de mayo de 2012

Cuando no hay más realidad que la vida misma y la muerte se deshoja en infinitos

Cuando el fundamento de tus noches son nada más que pesadillas que aparecen como recuerdo al amanecer y reconoces que son verdades que sueles evitar.


Cuando sientes el llanto, el nudo en la garganta y la humedad en los ojos, y resulta que no hay lágrimas.


Cuando posees un amor platónico y temes no poder perderlo y olvidarlo.

Cuando quieres, lo intentas y no puedes.
Cuando amas, odias y no olvidas.
Cuando ríes, lloras y no sientes.


Cuando los secretos se convierten en palabras que repites mil veces en voz alta.


Cuando sientes una sordera ante la realidad y te sorprende el sonido de una voz dulce y conocida.


Cuando impacta la luz en tus ojos y sientes una ceguera momentánea que poco a poco te abandona para reconocer la cruda y vana realidad.


Cuando los rayos del Sol inciden en tu piel y no sientes más que frío y hielo.


Cuando te invade la tristeza y tu único consuelo es hundirte en ella y dejarte llevar por la corriente.


Cuando quieres, lo intentas y no puedes.
Cuando amas, odias y no olvidas.
Cuando ríes, lloras y no sientes.



Cuando el día se te aparece con sonrisas eternas y lo único que alcanzas a ver es la hipocresía persiguiendo a la sinceridad.

Cuando comienzas a escribir para escapar y encuentras en la huida un camino más dulce que el sendero de los sueños.

Cuando tus lágrimas sacian la sed de alegría y aparecen reflejos tuyos en un arcoiris.

Cuando quieres, lo intentas y no puedes.
Cuando amas, odias y no olvidas.
Cuando ríes, lloras y no sientes.



Cuando cada letra se refleja en tus ojos, que devoran la pasión o la intriga de un libro.


Cuando rompes un cristal y la transparencia de los pedazos afilados se esparce por tu vida.


Cuando caminas y el paseo te parece una huida para escapar de tu propio yo.


Cuando no encuentras otra joya más valiosa que su sonrisa de perlas incrustadas, y la buscas y comprendes que se perdió en el lugar más profundo de un corazón.


Cuando amas la brisa y ésta, siempre fiel a la mañana, te abandona por el viento.


Cuando quieres, lo intentas y no puedes.
Cuando amas, odias y no olvidas.
Cuando ríes, lloras y no sientes.



Cuando el miedo se apodera de tu mente y no encuentras valor en ninguno de los rincones de tu vida.




Cuando el cielo ya no encuentra su reflejo en el mar y el agua pretende abrazarle y consolarle sin evitar romper en lágrimas, mientras las olas culpan a la superficie.


Cuando sólo deseas encogerte en cada rincón que la noche y tú compartisteis, y soñar que cumples tus sueños.



Cuando quieres, lo intentas y no puedes.
Cuando amas, odias y no olvidas.
Cuando ríes, lloras y no sientes.


Cuando el día y la noche discuten y ya no se percibe la aurora en tus sueños.


Cuando la tinta en el papel se te aparece como la sangre misma y deseas un latido de inspiración.


Cuando no percibes fragancia en las rosas y crees que los valores más importantes se perdieron y yacen bajo tierra.


Cuando el cansancio cierra tus ojos pero su recuerdo circula como cafeína por tus venas.


Cuando la propia vida te hace confesiones y no recuerdas donde se localizan los obstáculos.



Cuando quieres, lo intentas y no puedes.
Cuando amas, odias y no olvidas.
Cuando ríes, lloras y no sientes.


Cuando el pasado parece más real que el presente y te confunde el futuro.


Cuando al escuchar música te muerdes los labios y tus latidos se aceleran o ralentizan al compás de cada canción y cada nota.


Cuando crees que seguirías hasta el infinito expresando tus sentimientos y quien te escucha  no es más que papel arrugado por el maltrato, mojado en lágrimas, e iluminado a veces por sonrisas.

Seguiría regando las rosas si éstas fueran verdaderas, 
negras como la vida a veces, 
como el cielo en la noche sin luna ni estrellas.


Rick Genest

lunes, 14 de mayo de 2012

Cuando realmente te importa una persona...

- ¿Querrías salir conmigo y ser mi novio?, pero antes de todo, ¿ Querrías ser mi amigo?
- ¿Y por qué tu amigo?
- Porque dicen que las relaciones finalmente acaban y que las parejas se marchan, pero que los amigos siempre están a tu lado.
- Entonces quisiera ser tu mejor amigo y no separarme de ti, necesitar quererte para vivir, y besarte hasta morir.
But like you, dear heart, I love him.We are idiots for love to the same person.

viernes, 11 de mayo de 2012

Hoy pudo ser un nuevo día y sigo sin saberlo

Hoy no es un nuevo día, pero tampoco es un día como cualquier otro, no hay días iguales estrictamente, todos duran 24 horas independientemente de las circunstancias.
Hoy no es un nuevo día, hoy reina el cansancio y el aburrimiento, hoy es un día de reflexíón sobre el resto de los días, un día sin inspiración para nuevas creaciones.
Hoy se despertó con los rayos del Sol incidiendo sobre su rostro. El Sol brillaba con fuerza, se iba notando ya la llegada del verano, aunque sólo comenzaba mayo. Tenía la impresión de haber despertado de un largo sueño, tan largo como el invierno, creía que hoy sería un nuevo día, un buen día en el que disfrutar de las cosas de siempre, de la rutina, pero con ánimos renovados. Pero el cambio era constante, se había convertido en una cambio permanente, en una realidad, él ya no estaba, ya no había días.
Hoy no es un nuevo día, no hay días nuevos si no se ven sonrisas, no hay días nuevos si no se oyen risas, pero tampoco hay risas sin llantos, no hay llantos sin él, que se reflejaba en cada unas de sus lágrimas. Sus ojos brillan como el Sol de hoy, todavía hay ecos de sus palabras en cada rincón de este mundo y para ella no hay otra canción que suene mejor que el sonido que sale de sus labios, el único idioma que logra comprender es el lenguaje de sus besos, el lenguaje de sus ojos, el lenguaje de sus promesas y las únicas palabras de sus labios que no olvida se cayeron hace mucho mezcladas con cada lágrima y se evaporaron al rozar la vana superficie.

sábado, 5 de mayo de 2012

JTM

Ya han pasado bastantes meses desde que me propuse olvidarte, a pesar de seguir siendo amigos. Probablemente debería haber olvidado algo que ni siquiera llegó a existir, no conseguí tus besos, no conseguí tu amor. Puede ser que sea porque tú no estás hecho para mí y yo no estoy hecha para ti, o que todo sea culpa del destino. Yo sigo sintiéndome igual de bien cuando hablo contigo y mis nervios se siguen disparando al escuchar tu voz, porque me enamoras con una mirada, porque creas en mí una obsesión.
Por tu culpa no soy capaz de decir "te quiero", soy tonta por no quererme más, y tú por no darte cuenta antes de que te quería y no hacer caso a mis palabras. Porque tu quieres a otra, yo te quiero a ti y me odio por no olvidarlo.

Testamento de una bulímica 2

Una noche fría, un viernes a finales de noviembre, 2011


Ella se quedó callada, incapaz de mirarme a la cara y dirigiendo su mirada hacia el suelo con sus rizos tapándole los ojos, como últimamente solía hacer. La situación se convirtió en un largo silencio, frío e incómodo, nunca creí que las cosas se complicarían de esa manera. De repente levantó la mirada, mis ojos se encontraron con una versión frágil y con lágrimas de sus ojos -aunque el azul seguía tan intenso como siempre-, y me gritó con las pocas fuerzas de las que disponía apretando los puños y negando con la cabeza.
- ¡No puedo!, ¡ella soy yo, estoy aquí!, ¡tú no me entiendes!, ¡no lo entiendes!, no lo entiendes, no entiendes nada...
Poco a poco se fue relajando sin dejar de repetir sus últimas palabras, y noté como algo se resquebrajaba en ella y en mí, ella comenzó a hundirse en sus lágrimas. Mientras, yo era incapaz de reaccionar, sólo pude contestarle en un tono débil con tendencia a un suspiro,  quizás no fueron las
 palabras más idóneas y no debí callarme otras muchas:
- Lo he intentado... pero es difícil de entender por qué una persona se autodestruye. No debo entenderlo, no puedo.
Mi interior no paraba de gritar y repetir "¡Déjala en paz maldito trastorno!", sentía las lágrimas recorrer mi cuerpo circulando por las venas y manando de mi corazón.


Ella era bella, con la capacidad de hacer sonreír a las personas. Yo sólo la conocía desde hacía pocos meses atrás, pero en ese tiempo me había dado tiempo a admirar esa personalidad tan peculiar que encerraba en su interior y esa alegría innata que irradiaba a cada momento sin dejar de sonreír.
No sé en que momento todo cambió, había notado ciertos detalles inusuales en su actitud. Tampoco sé por qué el destino me eligió a mí , por qué me ví afectado y envuelto en esta situación, fui el primero en conocerla, y el primero que la perdió, que sintió que la había perdido.

¿ Escribo simplemente por escribir?

Desahogo en forma de un diario de sensaciones e ideas ciertamente abstractas.
Sin pretensiones de que me conozcan, ¿o miento?.
Todo es posible.
Oculto tras mis palabras, aquellas que dejo escapar desde lo más profundo de mi mente se puede hallar
No estaría mal ahogarse en un mar hecho de mis propios pensamientos, o navegarlo con un velero en un solo sentido, pero todo esto es demasiado profundo.
No puedo evitarlo.
Sobrevivo entre alegría y alegría, entre tristeza y tristeza. Como todos.
Pensamientos y sentimientos que se funden entre lágrima y sonrisa.

El resumen: Caóticamente hablando.