No nos preguntamos por qué hay quien si sabe apreciar a esa persona, no nos despierta ningún sentimiento de curiosidad. Somos fríos en ese sentido, calculadores, tan sólo nos ceñimos a números, en este caso a estereotipos ya sea de personalidad o de físico. Hemos construido un arquetipo de persona perfecta para nuestras vidas y no queremos salirnos de ahí ni dejar entrar a alguien que no cumpla nuestros "requisitos", a pesar de que ni siquiera nosotros mismos nos mantenemos en ese círculo de perfecciones.
Yo hace poco lo veía todo negro, y juzgaba de caprichosa a la vida, cuando era y soy yo. Somos personas, pensamos, juzgamos, y nos equivocamos.
No podemos dejar de juzgar, da igual que sea por prejuicios o juicios finales, incluso juzgamos a las personas que juzgan, o nos juzgamos a nosotros mismos como forma de autodestrucción. ¿Por qué no descansar un poco?
"No lo matarás tú, sino sus prejuicios"
No hay comentarios:
Publicar un comentario