martes, 21 de octubre de 2014

Quiero escribir algo con color, de un tono aguamarina, verdoso, refrescante, y con unos bordes como la espuma que se forma en la cima de las olas del mar. Sin embargo, no sé que escribir, no me vienen palabras a la cabeza, tan sólo imágenes. Apenas queda sitio en mi cabeza para guardar las palabras que describan las imágenes en movimiento que acaparan todo el espacio.
Tú y yo vamos a hablar ahora, y no después, no me importa que estés cansado o las cosas tan importantes que crees que tienes que hacer antes de sentarte para hablar con tu padre.

Dijiste que estabas harto de que controlara tu vida, de que guiara cada paso, que tus problemas son tus problemas y que es tu vida y solamente tú marcas su ritmo.
Pero ahora quiero ser yo quien hable. ¿Ves esta foto?, ¿Sabes quienes son?, soy yo contigo en los brazos, ambos con veinte años menos; ¿ves lo joven que soy?, solo unos pocos años más de los que tienes tú. En ese momento yo estaba construyendo mi propia vida, comenzando un nuevo trabajo, y formando mi propia familia. Debes entender que tú eres consecuencia de las decisiones que tomé en aquel tiempo, formas parte de mi vida, y por eso todos tus problemas y las decisiones que tomes siempre me afectarán. Es por eso que no puedes borrarme de tu vida, es algo que está ahí y no desaparecerá. Está bien que asumas las consecuencias, pero ten en cuenta que no sólo tú serás quien las sufra.

Al decidir por ti, decides por todos los demás a quienes importas.
La obsesión es ácida, ni amarga ni dulce, es ácida, pero soportable, de forma que cada vez el cuerpo te pide más y se hace mayor. La obsesión es un círculo sin cerrar, un círculo vicioso pero que no termina y te quedas con las ganas de saber el final.

lunes, 17 de marzo de 2014

Las mariposas en Venecia envejecen

La ternura al acariciarle, sus ojos brillando y su fondo verde oscureciéndose progresivamente, su vida en unos latidos e inspiraciones, y el agua resbalando sobre nuestras cabezas.

El encaje se está derritiendo,
las mariposas en Venecia envejecen,
y las banderas sufren las consecuencias del viento.
Están rotas, están raídas y ya llega la primavera.
Estamos sentados en un banco, y mis piernas cuelgan haciendo que me sienta mas pequeña. El cielo viene oscuro y las nubes rosáceas,  y sin embargo cuando levanto la mirada destaca el color verde.

Y si vuelvo la mirada hacia atrás pienso que no queda ya esplendor en ninguna pared, fue gastado en años anteriores,
fue polvo de hada usado como vulgar purpurina,
Fue la melena de un leon
sufriendo un corte militar para vender los distintos mechones en ebay. Porque asi fuimos, la lluvia nos resbalaba, en todas las calles habia labios uniéndose en un beso y las barreras comenzaban a construirse con cristal, en cualquier momento podías darle una patada y destrozarla. Ya no hay fieras en la sabana africana, han cambiado su hábitat natural por escalar edificios en vez de árboles.  Ni siquiera el cielo es el mismo aunque lo parece y eso es lo importante.

Ahora los vestidos se recortan y los sombreros son sin copa, la moda avanza, los tejidos escasean y triunfa lo más transparente.
Los labios han perdido su color y los ojos las largas pestañas, me siento más pequeña y frágil, aunque mas grande por dentro, por todo lo que ahora sé y he aprendido con el tiempo, estoy descubriendo que en el final volvemos a sentirnos como niños.
Las mariposas habrán perdido sus alas, pero los colores siguen siendo tan llamativos como el primer día.

martes, 25 de febrero de 2014

El sonido del violonchelo es como un llanto cálido, puedo sentir la suavidad de las cuerdas en el aire. La canción llega a su ecuador haciéndome palpitar y siento que soy sólo un animal en la calma.

domingo, 24 de noviembre de 2013


¿No ves que me lo das todo?, me das tus ojos, me das tu sonrisa. Porque hago que formen parte de mí, igual que tus palabras, de las cuales siempre tengo algo que aprender. Te tengo en mi mente a pincel, te añoro sin conocerte, apenas sé tu nombre aunque nos veamos todos los días, o más bien, aunque yo te vea.
Aborrezco unos cuantos segundos mi forma de ser, no he tenido el valor de presentarme cuando he tenido la oportunidad. Soy esa chica, la de la letra bonita o sorprendente, la del rostro original, la de la mirada graciosa, soy esa que parece una niña, tan adorable, a veces demasiado seria, tan pequeña, esa que tan sólo sabe dar las gracias con dulzura en la mirada y frialdad en los labios. Soy esa chica que te inspira confianza pero que es incapaz de confiar rápido en los demás y en sí misma, la de los tirabuzones, las mejillas sonrojadas y los labios pintados, la de los ricitos de oro pero sin el tono dorado.
Encantada de conocerte, aunque ya hayamos hablado sin mostrar nuestros nombres.
Maldito cruce de palabras, cuando llego a él actúo como una conductora eficiente y nunca me salto el STOP, por lo que siempre queda el "podría haber dicho algo más", queda esa frustración por no haber aprovechado al máximo la pequeña oportunidad. Y el cruce de miradas, y de ellas, una entre mil, con una sonrisa. Al menos vivo con la curiosidad y con una interpretación de mi vida algo onírica.
En mi piel queda grabada la palabra "cobarde" y en tus labios la palabra "dulzura", que saboreo en la punta de la lengua igual que el gusto salado cada vez que captas mi atención.

viernes, 8 de noviembre de 2013

Noviembre, querido, me llamo Noviembre

Letras cual pétalos de rosa blanca


A lo largo de lo que podríamos llamar una corta vida, en concreto a partir del momento en el que aprendí a leer y a realizar unos cuantos garabatos que podríamos considerar escritura, hasta este mismo, ahora, en el que trazo estas letras con algo de sentido, he comenzado numerosas veces el relato de mis experiencias y pensamientos diarios. Siempre seguido del fracaso debido a la falta de constancia, característica en una pequeña parte de mi personalidad, cuando no logro darle la importancia merecida a las cosas.

Lo que me atrae a comunicarme con este simple y llano papel no es más que la imposibilidad de poder hacerlo por vía oral con otra persona o conmigo misma sin parecer que ciertos rincones de mi mente se encuentran poseídos por la locura, o sin sentirme yo misma patética.

Mi querido, espero no aburrirte con estas palabras. Esta vez quiero hacerlo de distinta forma, no puedo prometerte ser constante, pero ya me conoces.

Además, también quiero decirte que es Noviembre, ya sé que tú lo sabes cómo todo los demás, pero tengo motivos para remarcarlo.

Noviembre es otoño, es casi invierno, es cansancio, son las hojas secas de lo árboles que yacen en el suelo, y ellos desnudos completamente se dejan acariciar por el viento que recorre todos sus rincones. Noviembre es así, es una cuesta por la que ascender, y que si no tienes a nadie que te ayude a subir, que te de vez en cuando unos toques para empujarte hacia adelante, se te hace difícil avanzar. Pero esto solo ocurre los primeros días, después te acostumbras, le coges el gusto. El problema es que es mi mes favorito después de Julio,  y entre Abril y Mayo, y me desconcentra de mis obligaciones diarias, me vuelve inactiva. Noviembre es todo el amor, es un té calentito, con leche, una manta, una buena película o un buen libro, y una onza de chocolate como guinda. Para mí Noviembre es así, y no dejo de quererle, como a ti, querido.

Puede que naciera a finales de Octubre, pero me siento más de Noviembre.

Gracias, querido por escucharme tan atento. No sé cuando será la próxima vez, pero seguro que seguirá siendo Noviembre.

jueves, 19 de septiembre de 2013

No me culpes

Letras cual pétalos de rosa blanca

No me culpes por los arañazos
al tropezar y caerte,
no fui quien te empujo,
no fui la causa del puñetazo.
No me culpes por no estar contigo
para ser testigo y defenderte.
Supongo que ahora
es poco más que pena,
supongo que no has cambiado,
tan sólo has empeorado, y quemas.
No me culpes por tus desvaríos,
por no ser la cordura en tu balanza.
No me culpes por no estar ahí,
porque poco a poco me echaste,
sin darte cuenta, y estoy aquí,
tan cerca como lejos de ti,
sin saber si realmente dijiste
la verdad al mentir.

miércoles, 18 de septiembre de 2013

Realmente lo odiaba

Letras cual pétalos de rosa blanca

Con sinceridad, odié tus suspiros,
y odiándolos sigo,
como añorar que susurres a mis oídos,
y aquellos domingos contigo.
Porque yo quería la semana,
y no el final de ella,
porque el resto de días
 me sabían a castigo.

Realmente no lo soportaba,
los buenos días por la mañana,
las cartas que llegaban a mi ventana,
y lo peor de todo, la distancia.
Por la noche soñaba que dormía,
y que despertaba culpando al sonido
del campo y de los grillos,
y quería despertar y no podía.

Y aquí estoy, tumbada en un rincón
del inmenso colchón de mi habitación,
con media cama desecha,
adormecida y sin arrugar las sábanas.

martes, 17 de septiembre de 2013

Podría...

Letras cual pétalos de rosa blanca



Podría dejar una nota, 
un silencio escrito con tinta,
unas palabras que saben a mentira,
o un grito mudo, de garganta rota,
pero ya estoy harta,
me superan las imperfecciones,
el afán de rendirme,
que ya no pueda escuchar tus canciones
ni quejarme por estar cansada.

Estoy harta de que no me hables,
de que me mires como si fuera transparente,
presumiendo de descubrir mi alma
escondida entre  músculos y tendones,
y de poder ver a través de mi, y de mi piel,
esos muros que me ayudaste a dibujar,
y que se caen abajo por mil grietas. 

Todo es por la esperanza, falsa,
por el color verde de mis ojos marrones,
por ese tirabuzon que se resbala
y desfila por la mejilla, escondiéndome,
separándome o resguardándome
del frío aire que se escapa,
que se resiste a tu cálida sonrisa.

Podría despedirme de otra forma,
pero ya deberías conocerme,
no como el resto de la gente,
como aquel tan fiel que toma
la confianza, tan valiosa,
tan frágil como mi piel,
y la destroza y quema vuelta y vuelta.

¿ Escribo simplemente por escribir?

Desahogo en forma de un diario de sensaciones e ideas ciertamente abstractas.
Sin pretensiones de que me conozcan, ¿o miento?.
Todo es posible.
Oculto tras mis palabras, aquellas que dejo escapar desde lo más profundo de mi mente se puede hallar
No estaría mal ahogarse en un mar hecho de mis propios pensamientos, o navegarlo con un velero en un solo sentido, pero todo esto es demasiado profundo.
No puedo evitarlo.
Sobrevivo entre alegría y alegría, entre tristeza y tristeza. Como todos.
Pensamientos y sentimientos que se funden entre lágrima y sonrisa.

El resumen: Caóticamente hablando.