domingo, 24 de noviembre de 2013


¿No ves que me lo das todo?, me das tus ojos, me das tu sonrisa. Porque hago que formen parte de mí, igual que tus palabras, de las cuales siempre tengo algo que aprender. Te tengo en mi mente a pincel, te añoro sin conocerte, apenas sé tu nombre aunque nos veamos todos los días, o más bien, aunque yo te vea.
Aborrezco unos cuantos segundos mi forma de ser, no he tenido el valor de presentarme cuando he tenido la oportunidad. Soy esa chica, la de la letra bonita o sorprendente, la del rostro original, la de la mirada graciosa, soy esa que parece una niña, tan adorable, a veces demasiado seria, tan pequeña, esa que tan sólo sabe dar las gracias con dulzura en la mirada y frialdad en los labios. Soy esa chica que te inspira confianza pero que es incapaz de confiar rápido en los demás y en sí misma, la de los tirabuzones, las mejillas sonrojadas y los labios pintados, la de los ricitos de oro pero sin el tono dorado.
Encantada de conocerte, aunque ya hayamos hablado sin mostrar nuestros nombres.
Maldito cruce de palabras, cuando llego a él actúo como una conductora eficiente y nunca me salto el STOP, por lo que siempre queda el "podría haber dicho algo más", queda esa frustración por no haber aprovechado al máximo la pequeña oportunidad. Y el cruce de miradas, y de ellas, una entre mil, con una sonrisa. Al menos vivo con la curiosidad y con una interpretación de mi vida algo onírica.
En mi piel queda grabada la palabra "cobarde" y en tus labios la palabra "dulzura", que saboreo en la punta de la lengua igual que el gusto salado cada vez que captas mi atención.

viernes, 8 de noviembre de 2013

Noviembre, querido, me llamo Noviembre

Letras cual pétalos de rosa blanca


A lo largo de lo que podríamos llamar una corta vida, en concreto a partir del momento en el que aprendí a leer y a realizar unos cuantos garabatos que podríamos considerar escritura, hasta este mismo, ahora, en el que trazo estas letras con algo de sentido, he comenzado numerosas veces el relato de mis experiencias y pensamientos diarios. Siempre seguido del fracaso debido a la falta de constancia, característica en una pequeña parte de mi personalidad, cuando no logro darle la importancia merecida a las cosas.

Lo que me atrae a comunicarme con este simple y llano papel no es más que la imposibilidad de poder hacerlo por vía oral con otra persona o conmigo misma sin parecer que ciertos rincones de mi mente se encuentran poseídos por la locura, o sin sentirme yo misma patética.

Mi querido, espero no aburrirte con estas palabras. Esta vez quiero hacerlo de distinta forma, no puedo prometerte ser constante, pero ya me conoces.

Además, también quiero decirte que es Noviembre, ya sé que tú lo sabes cómo todo los demás, pero tengo motivos para remarcarlo.

Noviembre es otoño, es casi invierno, es cansancio, son las hojas secas de lo árboles que yacen en el suelo, y ellos desnudos completamente se dejan acariciar por el viento que recorre todos sus rincones. Noviembre es así, es una cuesta por la que ascender, y que si no tienes a nadie que te ayude a subir, que te de vez en cuando unos toques para empujarte hacia adelante, se te hace difícil avanzar. Pero esto solo ocurre los primeros días, después te acostumbras, le coges el gusto. El problema es que es mi mes favorito después de Julio,  y entre Abril y Mayo, y me desconcentra de mis obligaciones diarias, me vuelve inactiva. Noviembre es todo el amor, es un té calentito, con leche, una manta, una buena película o un buen libro, y una onza de chocolate como guinda. Para mí Noviembre es así, y no dejo de quererle, como a ti, querido.

Puede que naciera a finales de Octubre, pero me siento más de Noviembre.

Gracias, querido por escucharme tan atento. No sé cuando será la próxima vez, pero seguro que seguirá siendo Noviembre.

¿ Escribo simplemente por escribir?

Desahogo en forma de un diario de sensaciones e ideas ciertamente abstractas.
Sin pretensiones de que me conozcan, ¿o miento?.
Todo es posible.
Oculto tras mis palabras, aquellas que dejo escapar desde lo más profundo de mi mente se puede hallar
No estaría mal ahogarse en un mar hecho de mis propios pensamientos, o navegarlo con un velero en un solo sentido, pero todo esto es demasiado profundo.
No puedo evitarlo.
Sobrevivo entre alegría y alegría, entre tristeza y tristeza. Como todos.
Pensamientos y sentimientos que se funden entre lágrima y sonrisa.

El resumen: Caóticamente hablando.