miércoles, 16 de mayo de 2012

Cuando no hay más realidad que la vida misma y la muerte se deshoja en infinitos

Cuando el fundamento de tus noches son nada más que pesadillas que aparecen como recuerdo al amanecer y reconoces que son verdades que sueles evitar.


Cuando sientes el llanto, el nudo en la garganta y la humedad en los ojos, y resulta que no hay lágrimas.


Cuando posees un amor platónico y temes no poder perderlo y olvidarlo.

Cuando quieres, lo intentas y no puedes.
Cuando amas, odias y no olvidas.
Cuando ríes, lloras y no sientes.


Cuando los secretos se convierten en palabras que repites mil veces en voz alta.


Cuando sientes una sordera ante la realidad y te sorprende el sonido de una voz dulce y conocida.


Cuando impacta la luz en tus ojos y sientes una ceguera momentánea que poco a poco te abandona para reconocer la cruda y vana realidad.


Cuando los rayos del Sol inciden en tu piel y no sientes más que frío y hielo.


Cuando te invade la tristeza y tu único consuelo es hundirte en ella y dejarte llevar por la corriente.


Cuando quieres, lo intentas y no puedes.
Cuando amas, odias y no olvidas.
Cuando ríes, lloras y no sientes.



Cuando el día se te aparece con sonrisas eternas y lo único que alcanzas a ver es la hipocresía persiguiendo a la sinceridad.

Cuando comienzas a escribir para escapar y encuentras en la huida un camino más dulce que el sendero de los sueños.

Cuando tus lágrimas sacian la sed de alegría y aparecen reflejos tuyos en un arcoiris.

Cuando quieres, lo intentas y no puedes.
Cuando amas, odias y no olvidas.
Cuando ríes, lloras y no sientes.



Cuando cada letra se refleja en tus ojos, que devoran la pasión o la intriga de un libro.


Cuando rompes un cristal y la transparencia de los pedazos afilados se esparce por tu vida.


Cuando caminas y el paseo te parece una huida para escapar de tu propio yo.


Cuando no encuentras otra joya más valiosa que su sonrisa de perlas incrustadas, y la buscas y comprendes que se perdió en el lugar más profundo de un corazón.


Cuando amas la brisa y ésta, siempre fiel a la mañana, te abandona por el viento.


Cuando quieres, lo intentas y no puedes.
Cuando amas, odias y no olvidas.
Cuando ríes, lloras y no sientes.



Cuando el miedo se apodera de tu mente y no encuentras valor en ninguno de los rincones de tu vida.




Cuando el cielo ya no encuentra su reflejo en el mar y el agua pretende abrazarle y consolarle sin evitar romper en lágrimas, mientras las olas culpan a la superficie.


Cuando sólo deseas encogerte en cada rincón que la noche y tú compartisteis, y soñar que cumples tus sueños.



Cuando quieres, lo intentas y no puedes.
Cuando amas, odias y no olvidas.
Cuando ríes, lloras y no sientes.


Cuando el día y la noche discuten y ya no se percibe la aurora en tus sueños.


Cuando la tinta en el papel se te aparece como la sangre misma y deseas un latido de inspiración.


Cuando no percibes fragancia en las rosas y crees que los valores más importantes se perdieron y yacen bajo tierra.


Cuando el cansancio cierra tus ojos pero su recuerdo circula como cafeína por tus venas.


Cuando la propia vida te hace confesiones y no recuerdas donde se localizan los obstáculos.



Cuando quieres, lo intentas y no puedes.
Cuando amas, odias y no olvidas.
Cuando ríes, lloras y no sientes.


Cuando el pasado parece más real que el presente y te confunde el futuro.


Cuando al escuchar música te muerdes los labios y tus latidos se aceleran o ralentizan al compás de cada canción y cada nota.


Cuando crees que seguirías hasta el infinito expresando tus sentimientos y quien te escucha  no es más que papel arrugado por el maltrato, mojado en lágrimas, e iluminado a veces por sonrisas.

Seguiría regando las rosas si éstas fueran verdaderas, 
negras como la vida a veces, 
como el cielo en la noche sin luna ni estrellas.


Rick Genest

2 comentarios:

¿ Escribo simplemente por escribir?

Desahogo en forma de un diario de sensaciones e ideas ciertamente abstractas.
Sin pretensiones de que me conozcan, ¿o miento?.
Todo es posible.
Oculto tras mis palabras, aquellas que dejo escapar desde lo más profundo de mi mente se puede hallar
No estaría mal ahogarse en un mar hecho de mis propios pensamientos, o navegarlo con un velero en un solo sentido, pero todo esto es demasiado profundo.
No puedo evitarlo.
Sobrevivo entre alegría y alegría, entre tristeza y tristeza. Como todos.
Pensamientos y sentimientos que se funden entre lágrima y sonrisa.

El resumen: Caóticamente hablando.