miércoles, 22 de agosto de 2012

La confianza no da asco

"La confianza no da asco, la dan las personas", se lo escuché a alguien y me hizo reflexionar, puede que lo haya leído antes y no se me ha quedado, pero esta vez hizo girar algún resorte en mi cabeza. Y es cierto, es algo que me cuesta dar pero que de la misma forma es muy fácil de quitar. Puede que a veces sea triste porque en el mayor de los casos cuando nos sentimos preparados para dejar toda nuestra confianza en alguien pensamos que siempre será fiel, que nunca nos traicionará o nos decepcionará, que estará ahí en lo malo y en lo bueno, que siempre habrá perdón tanto de nuestra parte como de la suya; pero no pensamos que en algún momento es posible que todo termine, es posible que sea confianza con fecha de caducidad, y que la persona a la que se la diste no se haya tomado la molestia de conservarla en un lugar fresco y seco. Entonces decimos, "¡Joder!", ¡joder con la vida!, ¡joder con la gente!, y nos preguntamos si vale la pena confiar, y creo que claro que vale  la pena, siempre podemos olvidar un poco lo desagradable de nuestros fracasos al elegir a las personas.

Hay todas las tiritas que quieras para curar tus heridas y tapar todas tus grietas,
tanto externas como interiores.

2 comentarios:

  1. Me encanta tu blog y el diseño, te sigo, pasate por el mio
    www.miprimeramor-celeste.blogspot.com
    besos!

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  2. Que razón...y lo de las tiritas muy original e.e

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¿ Escribo simplemente por escribir?

Desahogo en forma de un diario de sensaciones e ideas ciertamente abstractas.
Sin pretensiones de que me conozcan, ¿o miento?.
Todo es posible.
Oculto tras mis palabras, aquellas que dejo escapar desde lo más profundo de mi mente se puede hallar
No estaría mal ahogarse en un mar hecho de mis propios pensamientos, o navegarlo con un velero en un solo sentido, pero todo esto es demasiado profundo.
No puedo evitarlo.
Sobrevivo entre alegría y alegría, entre tristeza y tristeza. Como todos.
Pensamientos y sentimientos que se funden entre lágrima y sonrisa.

El resumen: Caóticamente hablando.