domingo, 18 de noviembre de 2012

La canción


Que miles de estrellas se acerquen,
y oigan a la tierra temblar,
y a los árboles seguir su compás,
que rocen mi piel y la quemen.

La muerte llamará a mi puerta,
tocando melodías con su violín,
vistiendo mis oídos sus palabras en latín,
diciendo darme lo que yo quiera.

Las notas entrando por mis oídos,
rompiendo todo en el camino,
separando todo lo que estaba unido,
que vuelvan por donde han venido.

Mis decisiones nunca fueron acertadas,
mi cabeza siempre hablaba primero,
y mi corazón de latido efímero,
en silencio tímido y vacío callaba.

Mis latidos y pensamientos al compás,
de aquella canción del infierno,
de aquellas estrofas sin verso,
reducían el paso, pero sin parar.


La canción engrosaba al corazón,
pudiendo hacerlo estallar de repente,
pero con valentía se le unió la mente,
ambos eligieron al amor y la razón.


2 comentarios:

  1. Muy bonito, me hace escuchar hasta su melodia...

    ResponderEliminar
  2. OH, me encanta! de verdad, precioso
    http://www.mylittleworldbylaura.blogspot.com.es/
    http://fuckthew0rldwithasmile.blogspot.com.es/

    ResponderEliminar

¿ Escribo simplemente por escribir?

Desahogo en forma de un diario de sensaciones e ideas ciertamente abstractas.
Sin pretensiones de que me conozcan, ¿o miento?.
Todo es posible.
Oculto tras mis palabras, aquellas que dejo escapar desde lo más profundo de mi mente se puede hallar
No estaría mal ahogarse en un mar hecho de mis propios pensamientos, o navegarlo con un velero en un solo sentido, pero todo esto es demasiado profundo.
No puedo evitarlo.
Sobrevivo entre alegría y alegría, entre tristeza y tristeza. Como todos.
Pensamientos y sentimientos que se funden entre lágrima y sonrisa.

El resumen: Caóticamente hablando.