jueves, 20 de septiembre de 2012

Mis dulces y alegres diamantes mandarines

Es difícil borrar a una persona, y más si no quieres, aunque te haga sufrir en exceso. Es indiscutible querer hacerlo con alguien que tan sólo te ha aportado sufrimiento en vida, pero para nada lo  es con alguien que ha permitido que seas quien eres en este momento.
Ahora que pienso en ellos, me recuerdan a aves que en toda su vida lograron la libertad soñada. Él tenía los pies en tierra y de ninguna manera quería despegarlos de ahí, rebotaba en la superficie, no caía, siempre estaba en pie, se conformaba, era feliz. Ella, una vez perdido todo lo que creía necesario para vivir, quería salir volando, cual triste pajarito, las noches de horrores aullaba terroríficamente como si miles de cuchillos la atravesaran, los días tranquilos esos auténticos gritos se reducían a suspiros, a un "ay" con aires de soledad, de dolor, pero aún con luz.
Este triste pajarito, casi cojo, con el pico tartamudeando y el plumaje ya algo descolorido, quería libertad, pero no libertad terrenal sino un tipo de libertad que ningún vivo conoce. Quería deshacerse de todas las preocupaciones, de todos sus dolores, de su corazón y de su cuerpo. Su cuerpo ya no era cuerpo, era una jaula de la que no podía salir, ya sin movilidad no veía un por qué para seguir intentándolo con nosotros. Jamás lo olvidaría como yo jamás los olvidaría a ellos, es posible que su ansia de vivir se escapara volando con ellos, además puede ser que atravesara nuestras almas dándonos fuerzas para seguir adelante y dotándonos de una mayor conciencia de lo que es la realidad a fin de cuentas, vida y muerte entrelazadas y sudorosas. Así que si soy yo como soy es gracias a que ellos fueron como fueron, mis tristes pajaritos, mis águilas fuertes y veloces alcones, mis un día dulces y alegres diamantes mandarines.

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¿ Escribo simplemente por escribir?

Desahogo en forma de un diario de sensaciones e ideas ciertamente abstractas.
Sin pretensiones de que me conozcan, ¿o miento?.
Todo es posible.
Oculto tras mis palabras, aquellas que dejo escapar desde lo más profundo de mi mente se puede hallar
No estaría mal ahogarse en un mar hecho de mis propios pensamientos, o navegarlo con un velero en un solo sentido, pero todo esto es demasiado profundo.
No puedo evitarlo.
Sobrevivo entre alegría y alegría, entre tristeza y tristeza. Como todos.
Pensamientos y sentimientos que se funden entre lágrima y sonrisa.

El resumen: Caóticamente hablando.