domingo, 3 de junio de 2012

La reina, la naturaleza

Dicen que todo lo que proviene de la naturaleza es perfecto, se aferra a un número perfecto, a unas dimensiones y proporciones perfectas, hasta el último micrómetro. Cada ser nacido de la naturaleza es perfecto, con unas características perfectas para sobrevivir al presente, y adaptarse al azar. Hasta en las hojas de los árboles encontramos perfección, su tamaño, su color, su proporción... números exactos.
La naturaleza es la mayor matemática que existe, aunque somos nosotros y no ella quienes presumen de capacidades, quienes presumen de perfección. Hemos propuesto una lucha contra la naturaleza, contra el presente y el futuro, una lucha contra las enfermedades, contra las imperfecciones que disminuyen nuestra capacidad de sobrevivir, y en el mayor de los casos nos aprovechamos de ella, la exprimimos al máximo.
 Nosotros, nacidos de la naturaleza, nos hemos convertido en parásitos para ella, nos hemos vuelto contra ella creyendo que la podemos superar, con burlas y torturas. Pero finalmente ella nos demuestra que estará siempre por encima de nosotros, en un último momento volvemos a ella, nos reencarnamos en tierra, en materia, como ladrillos y cemento que la naturaleza utilizará para la construcción de nuevos seres. Es ahí cuando nos demuestra que no somos nada, que le pertenecemos, hizo un pacto con la muerte para que nunca haga la vista gorda con nosotros, para que no podamos escapar de ella por mucha magia humana que inventemos. Somos simples súbditos de este reino natural, da igual las murallas de edificios con las que intentamos adornar el planeta y protegernos, da igual cuantas flores cortemos de ella porque ella cortará nuestra vida de raíz.


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¿ Escribo simplemente por escribir?

Desahogo en forma de un diario de sensaciones e ideas ciertamente abstractas.
Sin pretensiones de que me conozcan, ¿o miento?.
Todo es posible.
Oculto tras mis palabras, aquellas que dejo escapar desde lo más profundo de mi mente se puede hallar
No estaría mal ahogarse en un mar hecho de mis propios pensamientos, o navegarlo con un velero en un solo sentido, pero todo esto es demasiado profundo.
No puedo evitarlo.
Sobrevivo entre alegría y alegría, entre tristeza y tristeza. Como todos.
Pensamientos y sentimientos que se funden entre lágrima y sonrisa.

El resumen: Caóticamente hablando.