domingo, 24 de febrero de 2013

Disaster

Que me leyeras como cuando era un niño y casi obligaba a mi madre a quedarse en mi cama hasta dormirme.
Aunque no es esa la situación, adoro tu voz en la lectura, porque no sé si te habrás dado cuenta, pero las personas cuando leemos en voz alta sacamos lo más dulce de nuestra voz. Es como si las palabras en tinta domaran nuestro lenguaje.

Estoy aquí entre las sábanas, escuchándote, y reprimiendo mi deseo de hacerte callar con un mordisco en esos labios que no paran de moverse aunque no los vea, esos labios que saborean palabras, unas veces dulces, otras veces amargas. El tono de tu amargura reluce en ocasiones, entonces mi corazón quiere salirse de mi pecho, deshacer sus nudos y envolverte como un escudo contra el sufrimiento. A veces paras, no porque la escena y los personajes te emocionen, oigo tus gemidos y sé que estás llorando. Te disculpas, sabes que te escucho, y te vas. Entonces grito "¡No!" una y otra vez pero sobre mí se cierne el silencio, acompañado de un pitido procedente de alguna máquina en la habitación.

En otra ocasión soy consciente  de que no puedo moverme, no puede dedicarte ni una mirada. Ahora mismo tan solo puedo escucharte y hacer garabatos en las sombras, te dibujo tal y como te recuerdo; esos labios, esa mirada atenta en mi libro favorito, que relees para mi. Puedo imaginar como si te estuviera viendo ahora mismo como tu pelo laceo y oscuro cae sobre las páginas.

Aunque intento permanecer atento, hay algo que no me deja, en la oscuridad nace una luz que me ciega y adormece, entonces te recuerdo para intentar quedarme junto a ti y la realidad que me envuelve, pero no puedo, hay algo que puede conmigo, como una camisa de fuerza en mi mente, y me voy.

Y así día tras día, al menos así los cuento. Sólo hay día en mi mente cuando te escucho, y pienso en que me alegro de ser yo el que está en esta situación y no tú, porque sé como odias la confusión y el desorden, y ahora mismo me encuentro perdido en ellos. Despertaré, te lo prometo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¿ Escribo simplemente por escribir?

Desahogo en forma de un diario de sensaciones e ideas ciertamente abstractas.
Sin pretensiones de que me conozcan, ¿o miento?.
Todo es posible.
Oculto tras mis palabras, aquellas que dejo escapar desde lo más profundo de mi mente se puede hallar
No estaría mal ahogarse en un mar hecho de mis propios pensamientos, o navegarlo con un velero en un solo sentido, pero todo esto es demasiado profundo.
No puedo evitarlo.
Sobrevivo entre alegría y alegría, entre tristeza y tristeza. Como todos.
Pensamientos y sentimientos que se funden entre lágrima y sonrisa.

El resumen: Caóticamente hablando.