lunes, 30 de abril de 2012

Una tormenta líquida

Lo he hecho, nunca creí que podría, que sería capaz, había pasado mucho tiempo tras el olvido. Podría conjugarlo en todas sus formas verbales, gritarlo hasta quedarme afónica, volverlo hacer y decirlo susurrando, casi en un suspiro, casi en un soplo, como el viento, o sólo moviendo los labios sin dejar escapar ni un solo sonido de mi garganta como si al hacerlo se perdiera algo que forma parte de mí. Da igual de que forma, siempre sería lo mismo. Pero no me enorgullezco de ello, porque detrás hay algo más, algo que no creía que existiera en mí o que yo había enterrado. Sólo puedo decir un "todavía", pues no supe decir bien un "adiós", y no puedo, lo intenté con un "adiós sentimientos", no lo hice en voz alta ni con las mismas palabras, creo que lo pensé o simplemente lo sentí. 
Ahora digo lo que nunca creí que podría, venciendo el orgullo: "he llorado"... y estoy llorando, todavía, y no pasa esta tormenta, como si las lágrimas salieran de lo más profundo de mí, como si su liquidez se convirtiera en sangre y surgiera directamente desde mi corazón.
Su causa se esconde tras la razón, y se entrelaza con ella, pero no deja de ser simple y de repetirse en numerosas personas. Ver en otros lo que querría ver en una sola persona, en ti; saber perfectamente que nunca pudo, ni puede, ni podrá ser; ser tan realista y chocar con las lágrimas, y chocar con la lluvia, y mezclarse llanto y tormenta. 



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¿ Escribo simplemente por escribir?

Desahogo en forma de un diario de sensaciones e ideas ciertamente abstractas.
Sin pretensiones de que me conozcan, ¿o miento?.
Todo es posible.
Oculto tras mis palabras, aquellas que dejo escapar desde lo más profundo de mi mente se puede hallar
No estaría mal ahogarse en un mar hecho de mis propios pensamientos, o navegarlo con un velero en un solo sentido, pero todo esto es demasiado profundo.
No puedo evitarlo.
Sobrevivo entre alegría y alegría, entre tristeza y tristeza. Como todos.
Pensamientos y sentimientos que se funden entre lágrima y sonrisa.

El resumen: Caóticamente hablando.